Ahora que sabemos que exprimir cada segundo es lo más importante de nuestras vidas, el Slow living se impone con fuerza entre las preferencias de consumo.
Veamos en qué consiste y cómo se ha disparado este movimiento social en los últimos tiempos.
Aunque el slow living ya marcaba tendencia desde hace algún tiempo (junto al slow food: disfrutar al máximo de la comida que preparamos), cada vez son más las personas que practican esta nueva forma de vida que se traduce básicamente en valorar las pequeñas cosas y momentos que nos brinda la vida en los momentos de desconexión.
Disfrutar mejor al aire libre, rodeados de los nuestros, llevando a cabo hábitos sostenibles y libres del consumismo desmesurado y de la tecnología que nos ha invade en nuestro día a día.
Slow living, en el punto de mira del marketing y las marcas
De este cambio de comportamiento también se han dado cuenta las marcas y el content marketing. La llegada del COVID marcó un antes y un después y de repente frenó en seco la vida en el mundo.
La nueva situación hace que todo sea mucho más lento y las preferencias y las necesidades del usuario son diferentes, por lo que el contenido te lleva a consumir y a indagar sobre aquellos hábitos propios de una vida más pausada y saludable.
Google ha llevado a cabo un estudio pormenorizado sobre esta tendencia mundial del slow living analizando las visualizaciones en Youtube, y tomando buena nota de que en 2020 crecieron exponencialmente frente al año anterior.
Ahora los usuarios dedican mucho más tiempo a ver vídeos de slow living. Este tipo de contenido suele ser sobre recetas, elaboraciones, DIY, bricolaje, decoración, y hasta jardinería.
Las claves del slow living
Desconexión
Se puede comprobar que este tipo de contenido incita a la desconexión. Transmite sensación de logro una vez se ha conseguido llevar a cabo una determinada actividad.
El slow living es aspiracional
Casi todo el contenido relacionado con este movimiento incita al espectador a imitarlo y en consecuencia a llevar un estilo de vida similar.
Produce satisfacción
En el sentido de que el usuario imita cualquier actividad y una vez logra el resultado se siente realmente satisfecho con el objetivo alcanzado, recuperando esa sensación de control que actualmente se nos escapa con la actual situación de incertidumbre generalizada.