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Tanto tiempo intuyendo que viene… y ya está aquí. La inteligencia artificial (IA) lleva tiempo implementándose en multitud de campos (gestión, objetos, procesos, marketing online, datos, y un largo etc.) pero está siendo a partir de 2023 y más concretamente en las últimas semanas, cuando no se deja de hablar y compartir cómo está revolucionando el marketing de contenidos.
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La verdad es que se trata de un tema que nos toca la fibra. Está generando tanto ruido, que no nos hemos podido resistir, probar cómo funciona y a hablar de ello a través del siguiente post.
Porque lo cierto es que la automatización y la revolución de apps de IA en el content marketing marca un antes y un después que ha puesto patas arriba la forma en la que nos comunicamos. Sin duda va a ayudar mucho a optimizar esta parte, pero … aún tiene muchos “peros”.
Como el resto de marketers y agencias hemos comprobado algunas de sus nuevas bondades, y así, a grandes rasgos, sobre todo de cara al contenido SEO, automatiza, pero de momento, al menos de momento, necesita depurar.
Algunas de estas nuevas aplicaciones no dejan de ser “bots” que se ponen a tus órdenes.
La IA en nuestro día a día
Durante mucho tiempo la inteligencia artificial ha pertenecido más bien al ámbito empresarial y se ha aplicado en las organizaciones. Hasta ahora se veía como algo lejano o que quedaba fuera del alcance de cualquier persona de a pie.
La IA es una solución que sirve y facilita multitud de tareas (automatiza las comunicaciones, mejora las estrategias de los clientes, ayuda a optimizar tiempos, los análisis de resultados, etc.) y al mismo tiempo está presente en multitud de funciones de nuestro día a día sin ser conscientes de ello (por ejemplo, en las correcciones de Google cuando predice alguna palabra o nos corrige automáticamente un error ortográfico), pero ha sido en el último año, especialmente ahora con el lanzamiento de algunas apps, cuando ha revolucionado la automatización. Ahora ya sirve para todo el mundo.
Cualquier persona puede utilizar esta tecnología y aprovechar todo su potencial, especialmente para automatizar contenido en bloque.
Sin embargo, a esto de procesar contenido en masa o transcribir numerosas conversaciones aún le falta camino. Porque no olvidemos que estos procesos son robóticos y funcionan con órdenes.
Aunque haciendo pruebas el resultado se acerca mucho a la trascripción de un contenido SEO en toda regla, cuando profundizamos un poco más, se queda falto de sentido y de interés.
Los textos continuan siendo robóticos, siguen una estructura tipo, están traducidos del inglés como idioma matriz en la mayoría de los casos, y al final no terminan de aportar gran valor añadido. Carecen de ese tono humano tan necesario para ser creíbles de cara al usuario, y sobre todo de cara a Google.
Pero aun con esta falta de sustancia, el content marketing va tan rápido, que ahora las estrategias ganan terreno a la calidad. Ya no importa tanto lo que se comparte con IA, sino que lo determinante es generar más y más content, porque en marketing el contenido es el rey.
IA y content marketing
Ahora bien. Bajo esta premisa, nos formulamos la siguiente cuestión: ¿hasta qué punto es interesante procesar y compartir contenido en bloque sacrificando su calidad? Al final el objetivo de cualquier contenido es que tenga sentido, sea útil y dé respuestas a las preguntas de cualquier usuario.
En principio, si queremos generar multitud de textos y tareas repetitivas, el procesamiento automático de datos nos va a ayudar de forma efectiva; se puede entrenar la automatización o bien podemos establecer determinadas órdenes y parámetros para lograr textos atrayentes y personalizados.
Pero si queremos destacar un poquito más en los resultados de búsqueda y tener valor, aún necesitamos del control manual para ayudar a que tenga ese toque más humano y personalizado.
Llegados a este punto, una vez se hayan recopilado y analizado todos los datos del cliente vía IA, se puede crear y planificar un contenido personalizado, o bien recopilar información para elaborar un contenido desde cero. A partir de aquí, nos vendrá bien la automatización.
Este modelo es el que muchos especialistas están denominado como “co-escribir” contenido, es decir, la IA hace la prospección del tema, teniendo en cuenta las búsquedas de los usuarios en Google con temas relacionados, y es el “humano” el que debe revisar, depurar y aplicar las técnicas habituales de SEO.
Las apps de IA que más suenan en el mercado
¿Qué es Notion AI? ¡No te asustes!
Si trabajas en content marketing no te asustes. Notion es la app multiplataforma, un organizador de tareas muy útil y extendido que anunció la llegada de Notion AI.
Una nueva integración en modo demo que permite generar todo tipo de textos y contenido a partir de unas instrucciones y parámetros predefinidos. Se basa en GPT-3 y se combina con diferentes instrucciones.
La aplicación es capaz de elaborar desde un guión, hasta escribir poesía, notas de prensa, artículos, describir cualquier cosa, o actualizar estados y posts para redes sociales.
Craft, una app pensada para Apple
Craft es una aplicación de plantillas de escritura y de gestión, que también se basa en el modelo GPT-3 AI y que lanzó Assistant, un asistente que está más bien pensado para Apple.
Esta nueva herramienta traduce textos en varios idiomas, crea textos a partir de determinadas palabras, de tal forma que si formulas un par de preguntas seguidas sobre una temática, esta genialidad te aportará más información, títulos, y modificará el sentido de los textos.
¿Hasta qué punto es interesante procesar y compartir contenido en bloque sacrificando su calidad? Al final el objetivo de cualquier contenido es que tenga sentido, sea útil y dé respuestas a las preguntas que se formula cualquier usuario.
ChatGPT, el modelo del que todo el mundo habla
Y que la mayoría de los marketers están probando. ChatGPT es el sistema de chat que funciona mediante inteligencia artificial de Open AI, y uno de los más potentes ahora mismo.
Es capaz de responder sobre cualquier cosa o tema, de mantener una conversación, y no hemos dejado de ver en las últimas semanas cómo las agencias están metiendo textos de distintos temáticas, desde diferentes enfoques y compartiendo los resultados que nos da este chat tan “listo”.
Tú preguntas indicando sobre aquello que quieres hablar o saber, acotando esa pregunta con ciertos parámetros en la densidad de palabras, qué palabra clave (tema) es principal, si deseas basarlo en las búsquedas de los usuarios en Google, y la app te muestra un resultado que puedes seguir acotando una vez te lo muestra, realizando indicaciones si se ha equivocado, o quieres que especifique más.
Actualmente cuenta con una serie de limitaciones y es que está en plena evolución. GPT-3 que es la versión actual, trabaja con 175 mil millones de parámetros, y GPT-4 que está a punto de ver la luz, contará con 100 trillones de parámetros.
Además supuestamente solo está teniendo en cuenta info hasta 2021, aunque hemos realizado pruebas con preguntas muy actuales y las ha resuelto sin problema.
El punto más importante donde poner el foco en todo este “Boom” es que GPT tiene una API con la que cualquier desarrollador podrá trabajar e implementar fácilmente, aplicándola a muchísimas fases de sus desarrollos sin la necesidad de tener conocimientos sobre IA. Se ha democratizado su uso, y cuando esto pasa ya sabemos cuál es el resultado.
En definitiva, todo un compendio de funcionalidades que nos hace replantear muy mucho la forma y la gestión del trabajo del content de aquí… a poco tiempo.
¿Qué pasará con Google?
Bajo todo este escenario actual, la misión de Google, de la que dependemos la mayoría, inevitablemente se pone en jaque. Tenemos claro que Google fue uno de los primeros impulsores de la inteligencia artificial.
Sin embargo, algunas fuentes ponen de manifiesto que el buscador está pasando por un momento complicado con todo este aluvión de nuevas funcionalidades de la IA.
Parece ser que a finales de año se comenzaron a testear páginas de prueba creadas con artículos generados con inteligencia artificial y se produjo un descenso importante en el tráfico, tras una actualización del algoritmo el pasado octubre para eliminar spam (como continuidad de una actualización del verano) donde Google predijo que quería acabar con el contenido poco “útil”.
Aunque está tomando cartas en el asunto, ya que está actuando contra aquellos contenidos generados con IA, no dejará de llenarse a partir de ahora de contenidos cada vez más automatizados y logrados con esta tecnología lo suficientemente capaz como para engañar al lector humano, pues la mayoría de sitios web dependen de los algoritmos para generar nuevo contenido (pensemos por ejemplo en los e-commerce para la descripción de cientos de productos).
Si Google no actúa o supuestamente se queda desfasada ante esta situación donde se llega a la mayoría de las páginas por el buscador, podría plantearse un cambio importante en la búsqueda tal y como la concebimos y conocemos ahora.
De momento esto solo es el comienzo de una posible advertencia para el gigante tecnológico, que aún cuenta con ventaja en todo este juego.
Su tecnología interna es robusta, pero si se encuentra con el perfeccionamiento de la IA como amenaza para la calidad de las búsquedas, nada más que puede culparse así mismo, porque al fin y al cabo él es el gran precursor de la investigación y desarrollo de la IA.
Veremos entonces, qué puede acontecer en los próximos meses.
