El fin de las cookies de terceros de Google ya tiene fecha

Tras varias veces posponiendo su final, parece ser que Google ya ha estipulado una fecha en firme de la desaparición de las cookies de terceros en Chrome.

Este verano van a empezar a eliminarlas, pero será durante el primer trimestre de 2024 y hasta final del año que viene cuando ya no existan definitivamente.

Algo que no ha hecho mucha gracia a la comunidad, porque hay que tener en cuenta que se trata de una función muy implantada y útil para rastrear la experiencia de usuario.

En un primer momento la compañía decidió que estas cookies de terceros morirían en 2022, posteriormente aplazó la medida a 2023, y de momento todo ha quedado en una intentona con el anuncio, parece ser que definitivo, de que para el año próximo finalmente desaparecerán.

La principal razón de este aplazamiento tiene que ver con algunas barreras legales de las que hablamos más abajo, y por la presión de los anunciantes y de otras partes interesadas en la actividad publicitaria en internet, que han pedido un tiempo prudencial de pruebas para testear otras alternativas como la tecnología Privacy Sandbox (un sistema de privacidad online para que los usuarios puedan administrar sus intereses según la navegación publicitaria).

Con ello y tras este último anuncio, Google estima que de momento, aproximadamente el 1% de los usuarios de Chrome, van a mover sus datos a Privacy Sandbox, un cambio gradual que supondrá la desaparición de las cookies de terceros para el resto de los millones de usuarios de todo el mundo.

¿Qué significa exactamente el final de las cookies de terceros?

Ya hemos dedicado con anterioridad algún post para hablar de los límites y la importancia de las cookies de terceros.

Pero antes de nada, y para entender qué está pasando realmente con ellas, debemos ponernos un poco en situación y explicar qué es esto de las cookies.

Dentro de nuestro glosario definimos detalladamente qué es una cookie o galleta informática.

Así a grandes rasgos podemos decir que se trata de un fragmento de código que transmite datos entre los servidores o los almacena en los navegadores y sitios web para intentar rastrear el comportamiento y hábitos de uso de internet, cuyo objetivo es mejorar la experiencia de cada usuario.

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Centrándonos en las cookies de terceros, estas son fragmentos de código de un dominio ajeno al sitio web que se está visitando, y sus fines son eminentemente publicitarios.

Cómo van a desaparecer en poco tiempo, debemos saber cómo proceder para no perder la información y el rastro del comportamiento de los usuarios en las diferentes campañas de publicidad online.

¿Qué está pasando con las cookies de terceros?

Tras varias intentonas del gigante Google por querer eliminarlas, parece que la fecha exacta no llega, pero si se cumple el pronóstico de que a la tercera va la vencida, seguramente sea a principios de 2024 cuando las cookies de terceros lleguen a su fin, hasta su desaparición definitiva hacia el mes de julio, donde al mismo tiempo las API de Privacy Sandbox se pondrán a disposición de todos los usuarios de Chrome.

Hay que tener en cuenta que el final de estas cookies de terceros en Chrome tendrán importantes efectos sobre la mayoría del tráfico web. No hay que olvidar que es el primer navegador en tráfico tras Safari y Firefox y que por ello este cambio lógicamente va a tener una trascendencia mayor.

No obstante, el gigante tecnológico insiste en que el objetivo de esta desaparición es velar por la seguridad de la web y por la navegación privada del usuario, mientras que al mismo tiempo se deba prestar apoyo a los anunciantes.

¿Cómo dar continuidad a la experiencia de usuario?

Sabiendo que la eliminación comenzará a partir de este verano, no quedará más remedio que adaptarse e implantar las nuevas tecnologías al alcance para seguir mejorando la experiencia de usuario, ya sin cookies de terceros.

En primer lugar, no hay que llevarse las manos a la cabeza porque no todas las cookies van a desaparecer, sino que van a ser las third-party cookies las implicadas.

En un primer momento la compañía decidió que estas cookies de terceros morirían en 2022, posteriormente aplazó la medida a 2023, y de momento todo ha quedado en una intentona con el anuncio, parece ser que definitivo, de que para el año próximo finalmente desaparecerán.

Por tanto vamos a poder seguir contando tanto con las first-party cookies como con las de origen, podremos al menos en parte, seguir obteniendo datos de nuestros usuarios.

Por otro lado, y aunque están por resolver las políticas de privacidad europeas, la opción que plantea Google es la API FLoC (Federated Learning of Cohorts) a Chrome, una interfaz mediante la que los usuarios pueden recibir publicidad de internet pero sin interferir en sus datos más privados; reúne y hace grupos de usuarios con intereses similares y es una herramienta que pretende llegar a un equilibrio entre la privacidad del usuario y la publicidad online.

Parece ser que es una solución capaz de trasladar los servicios de terceros a Google Analytics, y ahí sin duda ya se apunta un tanto.

Sin embargo, hay toda una controversia legal en torno a FLoC, ya que la EFF, dedicada a defender y proteger los derechos digitales, ha plantado cara al gigante de la tecnología sobre todo por los posibles riesgos que puede entrañar la herramienta por poner en duda la privacidad de los usuarios.

Y en cambio, mientras se ha producido todo este revuelo legal sobre el que la legislación europea piensa que FLoC pone en jaque el cumplimiento de la GDPR, y que lógicamente le ha hecho perder fuerza como sustituto de las cookies de terceros, al mismo tiempo ha ido prosperando la solución de Privacy Sandbox.

Google Privacy Sandbox, el sustituto de las cookies de terceros

Todo este lío legal apunta que a pesar de la aparente sensación de vacío que pueden dejar la eliminación de las cookies de terceros, nada de esto va a ocurrir con Privacy Sandbox, ya que es la alternativa más previsible y que además parece consolidarse como el futuro más mediato de la navegación web.

Es la nueva forma de rastrear y recopilar intereses de los usuarios sin emplear su información más personal.

Desde que se anunció el fin de estas cookies, la herramienta que salió en 2019 ha ido evolucionando a pesar del revuelo.

Su finalidad es limitar las actividades del proceso de selección de anuncios y métricas de conversión al cliente, junto a posibles actividades fraudulentas de compradores de anuncios, entre otros objetivos.

Por ello y a corto plazo parece que la API Privacy Sandbox se implantará para todos los usuarios a partir de julio de 2023.

El primer trimestre de 2024 eliminará las cookies de terceros para el 1%, y de forma progresiva y hasta finales del próximo año será para el resto del mundo.