Publicar contenidos sin definir un calendario establecido o sin promocionarlos en las distintas plataformas de la marca, buscar solo vender, no medir los resultados, así como olvidarnos de las imágenes y las necesidades de las redes sociales son los principales fallos que se cometen.
Cada red social tiene sus características, por eso tendremos que adaptar los contenidos a cada una de ellas.
Muchas veces definimos una estrategia de contenidos y planificamos las acciones y, sin embargo, observamos que el tráfico hacia nuestra web no aumenta. Los seguidores no suben y la tasa de conversión no mejora, entonces: ¿qué estamos haciendo mal?
En este artículo mostraremos 6 graves errores en los que caemos muchas veces las marcas, y que llevan nuestras estrategias de contenidos directas hacia el precipicio.
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ÍNDICE DE CONTENIDOS
No contar con un calendario de contenidos
Si publicamos sin un orden establecido volveremos loca a nuestra audiencia, que no sabrá nunca qué encontrarse. Está claro que también hay que jugar con el factor actualidad y sorpresa, pero debemos tratar de seguir unas pautas comunes.
Por tanto, estará bien definir un calendario con los días que más audiencia tenemos, así como las mejores horas y posicionar ahí los contenidos que más queremos promocionar. Pautar, por ejemplo, contenidos más frescos y animados para los fines de semana y festivos, y dejar los más serios para los lunes o los martes, entre otras técnicas que podremos definir al conocer bien el comportamiento de nuestra audiencia.
No promocionar los contenidos
Un buen contenido, si no conseguimos que sea visto por nuestro público objetivo, se quedará solo en eso, en un buen contenido. Es decir, si no alcanza la popularidad deseada, todos nuestros esfuerzos se desvanecerán en un momento.
Así, tendremos que darle salida en las redes sociales y en las diversas plataformas de la empresa, en algunas comunidades y foros del sector e, incluso, de vez en cuando, promocionarlo a través de campañas de pago.
Publicar solo lotes de texto
En la actualidad, todavía existen compañías que creen que las estrategias de contenidos se basan solo en redactar grandes cantidades de texto. Pero nada más lejos, ya que las imágenes y los videos captan mejor la atención de los usuarios y facilitan la retención de los mensajes.
Por consiguiente, es importe que publiquemos artículos, pero también imágenes, videos corporativos o del sector, infografías, gráficas, etc. Si queremos alcanzar mayores cuotas de viralidad, los elementos multimedia serán nuestro as en la manga.
No adaptar los contenidos a las redes sociales
En ocasiones compartimos los mismos contenidos en todas las redes sociales de la empresa. Sin embargo, cada una de ellas tiene sus características y funcionalidades, así como un público diferente que busca cosas distintas.
Por eso, si queremos triunfar en cada una de las redes sociales que tenga la empresa, tendremos que adaptar nuestros contenidos al canal y al «idioma» del público objetivo.
Vender, vender y después vender
Debemos olvidarnos de la publicidad más tradicional, en la que la única finalidad es captar clientes. En las acciones de marketing de contenidos no podemos buscar solo vender nuestro producto o servicio, sino que tendremos que ofrecer contenidos de valor, interés y calidad, buscando generar engagement en los seguidores para que aumenten su interés y confianza en nuestra marca.
Hoy en día, los usuarios rechazan cualquier tipo de intento de publicidad y un texto forzado que busquen hablar bien de la marca, lo que no hará más que espantar al potencial cliente. Debemos ofrecer información valiosa que realmente ayude a posicionarnos en la mente del consumidor.
No medir nuestras acciones
Uno de los errores más comunes en los que caen las marcas es que no miden sus acciones de marketing de contenidos. Por lo que no son conscientes de sus resultados. El hecho de que sea complicado unir directamente los resultados del marketing online con las ventas de la empresa, no quiere decir que no se puedan analizar. Además de esto, otros factores importantes de medir son los contactos obtenidos, las suscripciones a la newsletter, el número de impresiones o clics en cada post, la viralidad orgánica de los contenidos, el tiempo de permanencia y los comentarios obtenidos.
En definitiva, si lo que queremos es alcanzar buenos resultados con nuestras campañas de contenidos, tendremos que prestar atención a cada uno de los 6 errores arriba mencionados y tratar de alejarnos lo máximo posible de ellos.